Trascendiendo las fronteras de la sostenibilidad
Las fronteras son una realidad imaginada. En el quehacer diario de nuestras actividades las delimitaciones geográficas, el factor tiempo, la accesibilidad a la información y a la comunicación dibujan las fronteras que desafían el movimiento de los bienes y servicios, de las personas y las ideas. Sin embargo, si bien a primera vista las fronteras representan un sinfín de limitaciones propongámonos invertir los roles para así ser nosotros quienes las desafiemos y desdibujemos. De esta manera, trascendamos las fronteras de la sostenibilidad. Más allá de los pilares económicos, sociales y ambientales, pensar sostenible es pensar distinto. Busquemos nuevos horizontes en la generación de principios y valores que aboguen por el fomento del desarrollo de la sociedad en todos sus aspectos.
Lluvia de ideas para la sostenibilidad
Ante todo, consideremos los beneficios del brainstorming en la sostenibilidad. Al contar con espacios de intercambio de ideas y experiencias, se reúnen atemporalidad, dinamismo y una multiplicidad de actores. Por ejemplo, por más de 25 años, la organización sin ánimos de lucro TED Tecnología, Entretenimiento, Diseño (del inglés: Technology, Entertainment, Design), ha revolucionado los espacios de promoción y divulgación del conocimiento congregando en un mismo lugar docentes, políticos, jóvenes emprendedores, investigadores, entre otros. En efecto, por medio de su congreso anual y charlas independientes llamadas TEDx se ofrece una plataforma interactiva a toda “idea digna de difundir”. De esta manera, son las ideas innovadoras que por su propia esencia retan a las fronteras cognitivas y normativas.
Como resultado de la difusión de ideas, poseemos hoy en la mesa mundial un conjunto de normas y técnicas que nos permiten avanzar en nuestro compromiso por identificar y aplicar prácticas responsables. Por un lado, el Pacto Mundial y los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas establecen las pautas para una mirada sostenible de las actividades desarrolladas por actores privados y públicos.
Por otro lado, son parte de nuestros referentes en responsabilidad social, los indicadores del Global Reporting Initiative, los ISO 9000, 14001 y 26000, entre otros. Todo lo mencionado nos presenta un mundo con un sinfín de puertas y ventanas que nos permiten asegurar el dinamismo y perfeccionamiento continuo de la sostenibilidad.
Particularidades que son oportunidades
Ahora bien, mientras más afinamos nuestra mirada notamos que aunque el “mundo es plano” existen diferencias, algunas convirtiéndose en disparidades. De más estaría recalcar la tradicional expresión Norte-Sur usada para distinguir los países industriales desarrollados de aquellos en vías de desarrollo; o los nuevos países emergentes liderados por BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) o países en crisis. En un primer tiempo, podríamos ver las diferencias en el ritmo de desarrollo y responsabilidades de estos bloques o agrupaciones como nuevas fronteras; no obstante optamos por considerarlas como fruto de particularidades, que más que impedimentos son oportunidades para la consecución de un objetivo común: integrar la sostenibilidad en nuestras decisiones tanto individuales como colectivas.
Empleo digno y bono demográfico como parte de la agenda
Nuevamente afinemos nuestra percepción para esta vez establecer un diagnóstico de la situación de la responsabilidad social en el Perú. Al realizar nuestros primeros pasos en el camino de la sostenibilidad, nos enfocamos en canalizar iniciativas y esfuerzos a fin de reducir las brechas socioeconómicas y paliar las deficiencias de las instituciones gubernamentales.
Por un lado, como solución a la informalidad se asientan los formatos para elaborar las políticas que garanticen un empleo digno, decente, seguro y adecuado al contexto económico de nuestro país. Así, es desde ya nuestra meta asegurar el bienestar dentro y fuera del lugar de trabajo. Por otro lado, frente a las lagunas de institucionalidad, son las empresas quienes adoptan el rol de proveedoras, formadoras y capacitadoras al adentrarse en el territorio peruano teniendo en cuenta las áreas en las que se da la ausencia del Estado.
Hablábamos de anhelar nuevos horizontes considerando nuestras particularidades como oportunidades, hoy, en tierras peruanas tenemos ante nosotros más de un camino para el fomento de prácticas responsables y sostenibles. Recalquemos que al crecimiento económico que registra el país se le suma el bono demográfico. Por este concepto entendemos que la reducción de la fecundidad junto con el proceso de envejecimiento aún incipiente implica que hoy en día la edad promedio de los 30 millones de peruanos sea de 26 años, situándose en plena etapa productiva o de consumo.
Cambio de la estructura por edad de la población 1972 - 2007
El fenómeno del bono demográfico genera nuevas implicancias económicas y sociales que alargan la lista de áreas en donde la capacidad de generar desarrollo y sostenibilidad van a la par. De esta manera, la captación de inversiones, el ingreso de nuevas tecnologías, la movilización de los actores transnacionales, la ley de consulta previa, el sentido de civismo, la valorización de nuestra diversidad ecológica y cultural son algunos de los elementos que hemos de abordar en aras de enriquecer nuestra agenda de la sostenibilidad. Recordemos que es labor de todos y está en nuestras manos el saber dónde se encuentran nuestras particularidades, cómo convertirlas en oportunidades y cómo aprovecharlas.
Crecimiento del PBI del 2000 al 2011
Para el Perú nos referimos nuevamente a la necesidad de trascender las fronteras de la sostenibilidad. Para ello, por el momento son pocos los ingredientes que poseemos pero muchos los que podemos generar. Basta tan sólo una cucharada de superación, una pizca de audacia y determinación de los agentes de la sostenibilidad.
Articulo elaborado por Responde, consultora especializada en responsabilidad social y reputación