Una sola empresa no puede hacer RS
Sabemos que la gestión de la sostenibilidad ya no es exclusiva de las empresas y más bien es una tarea de todos. Bien. Pero esa frase no tendrá ningún sentido si no nos interesamos en que realmente nosotros primero y luego nuestro entorno, también se sumen a esa tarea. El compromiso con la RS no consiste únicamente en difundirla, sino en practicarla y promoverla en nuestros grupos de interés, con especial énfasis en nuestros proveedores, por todo el impacto que ellos generan en los entornos locales y que difícilmente una sola empresa puede controlar.
De allí que tenemos un problema que bloquea nuestras percepciones, ya que identificamos a las empresas que actúan con responsabilidad social sólo entre aquellas que forman parte del club de las grandes, no hay más que mirar en el norte del país a las compañías agroindustriales, pesqueras, mineras, industriales, que en verdad vienen contribuyendo a una forma modélica de gestionar, en contraposición a la actividad que desarrolla el Estado, sea nacional o subnacional, del que poco esperamos ya que nos hemos mal acostumbrado a ello y para el que tenemos una excusa compasiva: “…es que es el Estado”. Este es un difícil reto que debemos afrontar, ya que la administración pública o privada interactúan e impactan de igual manera en nuestra sociedad y por ejemplo, ambas tienen trabajadores y realizan compras a los proveedores, pero la actitud frente a ellos es muy diferente.
Para el caso, decíamos que una gestión responsable implicaba poner énfasis e involucrar a los proveedores en el proceso. Esto consiste en reconocer que el valor que aporta una empresa con su actividad productiva o de servicios, proviene de sus propios colaboradores y de toda la cadena de la cual se provee para ejecutar sus actividades. Es sorprendente constatar la altísima participación en nuestras inversiones o gastos que destinamos a los proveedores y lo poco que nos interrogamos sobre cómo vienen ellos ejecutando sus tareas. Aquí el papel que cumplen las personas que realizan actividades de compras o de logística resulta fundamental, afecta a muchos, y probablemente no están involucrados en el manejo de las herramientas que nos ofrece la RS.
Una actividad de alto impacto y que aporta valor en las operaciones de una empresa es el referido a las compras locales y la contribución que estas ofrecen a esas empresas para que actúen con RS. Verificar por ejemplo si los trabajadores del proveedor son formales, que no hay trabajo infantil, que pagan sus impuestos, si se preocupan asimismo estos, siguiendo el mismo proceso, de comprarle a sus también proveedores con rigor y cuidado con el medioambiente, verifican los derechos y formalidades de esos trabajadores del proveedor del proveedor. De eso trata la cadena, ya no sólo de preocuparnos que nuestros proveedores sean nuestros mejores aliados ya que si ellos cometen algún error grave, repercutirá y será atribuido a nosotros como empresa contratante, sino que ese comportamiento se le pueda exigir a esa Pyme o Mype que también compra a terceros.
Es asombrosa la contribución que puede aportar una empresa que se preocupa y gestiona su cadena y por tanto pueda demostrarle a la sociedad que la RS no se agota en su actividad directa o acción social que de ella esperan, sino que tiene mucho más valor los beneficios que obtienen terceros, que sin darse cuenta, mejoran su calidad de vida por el impacto generado por esa empresa preocupada porque los terceros también hagan las cosas bien.
Por Jorge Melo Vega, gerente general de Responde