Tócame que soy realidad, no es suficiente
Por: Jorge Melo Vega, gerente general de Responde
“Obras y no palabras” fue el exitoso lema que utilizó el General Odría en los años 50 para justificar que la locuacidad no era su fortaleza, por eso la construcción de obras como el Estadio Nacional y las Grandes Unidades Escolares hablaron mejor sobre su capacidad de gestión.
Hoy, luego de 60 años, la sola ejecución de obras ya no es suficiente. En el 2011 las mujeres votan y los peruanos más pobres que viven en un entorno rural están saliendo del analfabetismo, tienen más educación y por tanto sus perspectivas son otras. Antes, las mujeres y los analfabetos no eran ciudadanos, hoy sí los son y por tanto son sujetos de derechos, tienen expectativas y desean dialogar y ser escuchados.
No deja de sorprender entonces a muchos cómo es que en el período de probablemente de mayor crecimiento de nuestra historia republicana, y en el que mayor cantidad de obras se ha construido, haya tanto escepticismo por parte de la población, la misma que en teoría ha sido atendida en sus principales demandas. ¿Qué pasó? ¿es que acaso las inversiones ya no son valoradas?
Cuando hablamos sobre sostenibilidad lo primero que abordamos es precisamente el diálogo con los grupos de interés. Si queremos gestionar con responsabilidad social no podemos avanzar si previamente no recogemos las expectativas del colectivo priorizado y ellos no reciben de nuestra parte algún tipo de respuesta. Stakehoder Engagement es como se le conoce en el mundo académico a este tipo de compromisos, que suelen ser enriquecidos mediante alianzas con otros actores de la sociedad.
Desde el Estado poco nos hemos preocupado por ejercitar estos principios básicos que sirven para desarrollar ciudadanía y en cambio encontramos que gran parte de la infraestructura ejecutada, como es el caso de las plantas de saneamiento, los programas de energía rural e incluso las propias carreteras, resultan ajenas a los propios beneficiarios al no habérseles hecho participar previamente en la socialización de las obras. Es decir, no se está promoviendo un proceso de apropiación de la infraestructura por parte de la población. Una vez involucrados en este proceso, esa infraestructura será valorada, protegida y adecuadamente empleada. Esto significará, a la larga, que estas obras serán sostenibles.