El Perú tiene la oportunidad de contar con los mejores operadores mineros del mundo, no sólo por su nivel de ventas, sino porque son las corporaciones que más cuidan tener un nivel óptimo de gestión socialmente responsable. El Dow Jones Sustainability Index (DJSI) para la minería nos indica que los miembros de esa lista corta están en nuestro país y parte de su labor consiste en fijar los estándares de la nueva minería sostenible.

Para formar parte de este club exclusivo, las empresas deben tener una gestión impecable en todas sus operaciones a nivel global y así son confiables para los accionistas, los reguladores y la reputación de una industria que es altamente sensible debido a sus actividades extractivas. De allí, el seguimiento vehemente por parte de organizaciones internacionales de la sociedad civil para que no descuiden sus estándares sobre todo en operaciones lejanas a la sede de la matriz y la denuncia de situaciones de malas políticas con la comunidad o el medio ambiente.

Las empresas mineras que manejan las mejores prácticas las manifiestan a través de un proceso de reporting, que luego se traduce en un informe o reporte de sostenibilidad que es precisamente el que sirve de referente para formar parte del Dow Jones Sustainability Index. Pero, ¿dónde está el valor del reporting cuando lo que está en juego día a día es la reputación de la empresa y la sensibilidad de sus relaciones comunitarias?

Las compañías mineras, por la dimensión y especialización de su industria, son gestoras de terceros; esto es, que gran parte de su proceso en la generación de valor se realiza a través de empresas que son muy eficientes en las tareas que han ido desarrollando: ingeniería, maquinarias, logística, catering, servicios, recursos humanos, seguridad, etc. Estas firmas, por su actividad y porque demandan mucha mano de obra, impactan mucho más en la comunidad que las propias operaciones principales de la minera.

De allí que la gestión de terceras empresas se convierte en la actividad estratégica de las compañías mineras. La sensibilidad en las relaciones comunitarias y ambientales son finalmente medidas por la sociedad debido al contacto que tienen estas empresas con las localidades donde se opera y, seguramente, es de esas localidades de donde proviene en gran parte esos colaboradores.

Al realizar su Informe de Responsabilidad Social estos temas son absolutamente materiales y no las fotos bonitas que se puedan haber obtenido de alguna actividad propia. Desde nuestra experiencia, hemos tenido la oportunidad de verificar y certificar el especial énfasis que se le pone a estos temas desde empresas líderes como Xstrata y Antamina, cuyas casas matrices precisamente lideran el club exclusivo de la sostenibilidad -el DJSI.

Fuente: Dow Jones Sustainability Index